Les Miserables

El jueves pude ir a ver la adaptación de este famoso musical por Tom Hooper. Es cierto que es una película realizada con los Oscar por horizonte; está claro que se llevará más de unas cuantas nominaciones en las categorías principales. 
Con unos personajes inolvidables, un reparto genial y una banda sonora extraordinaria, se abre paso Les Mis hasta convertirse en uno de los taquillazos del año, y eso que fue estrenada el 25, prácticamente a finales de año.
El guión, ya conocido por los admiradores del musical, si bien largo, es bueno. Pero claro, no puede resumirse. Dos horas y media para una historia tan inmortal es una duración decente.
No quiero hacer una crítica propiamente dicha, porque no tengo ni idea de cómo hacer una (ante todo honestidad), pero si tengo que decir algo bueno y algo malo del film, es que, a nivel técnico es una maravilla (salvo algunos planos, para mi gusto demasiado bruscos o exagerados, como algunos planos medios que se convierten en panorámicas, con movimientos exagerados, y viceversa), y a nivel más subjetivo, como me pasa con muchas superproducciones del estilo, veo que a la película le falta algo, más concretamente, le falta un poco de alma. 
Yo creo que al rodar producciones de esta magnitud, se da un poco todo por hecho y se olvidan detalles. Algunos de esos detalles en cine independiente pueden ser cruciales, pero esa es otra historia.
La grabación de voces en directo me parece excepcional, ahí se ve el talento vocal de los actores, muy bien seleccionados para los papeles que interpretan.
El punto cómico de la película viene dado por Helena Bonham Carter y Sacha Baron Cohen, dos taberneros que acogen a Cosette, la hija de Fantine (Anne Hathaway), pues esta última no puede mantenerla y debe recurrir a la pareja, que tratarán a la pequeña de una forma casi esclavista. Claro, hasta que aparece Jean Valjean (Hugh Jackman) en la vida de la pequeña, un hombre con pasado desconocido para todo el mundo, menos para el inspector Javert (Russell Crowe), que le perseguirá sin tregua, causa de sus delitos pasados, y una deuda sin saldar con la justicia. 
La ambientación es genial, ya de por sí la Revolución Francesa y sus años posteriores me atraían, al ver la película, las ganas de leerme la novela homónima de Víctor Hugo se me dispararon.
Los Miserables es, al fin y al cabo, buen cine.
¿Qué nota le pondría? Un 8/10.


Marta Violet.