jueves, 29 de noviembre de 2012

Cahiers du cinéma: Al final de la escapada

Muy buenas noches.
Estando el título de este blog dedicado al movimiento de cine francés de los sesenta, me gustaría dedicar esta entrada a uno de los grandes directores de la Nouvelle Vague, si bien en los años posteriores siguió creando ficciones geniales. Jean-Luc Godard es uno de mis directores favoritos por esa mezcla tan genuina de realidad y ficción; por esos personajes, apasionados, llenos de dinamismo; por esos guiones sorprendentes, algunos de ellos que incluso aúnan temáticas tan dispares como la amorosa, la policíaca, el drama absoluto, además de tender a los finales trágicos e inesperados (no siempre). Dos de sus musas esenciales fueron Anna Karina (con quien llegó a casarse) y Brigitte Bardot. Algunos de sus actores fetiche fueron Jean Paul Belmondo y Jean Pierre Léaud. 
En fin, que no quiero escribir otra entrada de Wikipedia sobre el autor. En mi más humilde opinión, el estilo de este director es inigualable a otros muchos. Su ingenio y su forma de tratar ciertos temas, innovadora en su época, sigue inspirándonos hoy. Es triste que cueste encontrar material suyo que se aleje de su ópera prima Al final de la escapada, de 1960 (viva esa traducción, pues literalmente del francés À bout de souffle, se habría traducido en castellano como "Sin aliento").
Hasta ahora solo he podido ver un tercio de la filmografía de Godard. Tengo mucha curiosidad por ver Pierrot el loco, y Film Socialisme, documental en el que participa Patti Smith, entre otros. Se ve al leer el título el asunto del que irá; Godard nunca ocultó sus tendencias socialistas, ya apoyó el movimiento de mayo del 68 en su momento. Su película Todo va bien, que aún no he tenido ocasión de ver, refleja esa realidad en la Francia de la época.

Os invito a que veáis algo suyo. Os recomiendo las imprescindibles Al final de la escapada y Banda aparte, y las menos conocidas, pero geniales Vivir su vida, Masculino, femenino y El desprecio.
Si habéis visto algo suyo y os gustó, un comentario nunca está de más.


Bande à part, 1964


Marta Violet.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Día del espectador: The Wall


Los miércoles me parecen un buen día para hablar de películas que traten específicamente de la música, o viceversa. Hoy, me gustaría recomendar en especial una de mis películas favoritas, con una excelente BSO: Pink Floyd: The Wall.
Es difícil de encontrar, algo que también se debe a que no se encuentra doblada, solo en VOS. 
La película se aleja del convencionalismo del relato audiovisual; está llena de metáforas audiovisuales, en las que las canciones compuestas por Roger Waters juegan un papel fundamental, así como las animaciones, con infinitos significados. 
Dirigida por Alan Parker en 1982, The Wall fue una revolución tanto musical como cinematográfica, aunque no es muy conocida en las generaciones actuales, ofrece puntos de vista sobre temas musicales, políticos, de drogas, amor, sexo, bastante interesantes, que aún siguen vigentes en nuestra sociedad actual.
El largometraje cuenta la vida y decadencia de Pink (Bob Geldof), estrella de rock perseguida por sus propios demonios, por las drogas y por su relación fallida En ese bucle de autodestrucción, rememora su infancia, la muerte de su padre, soldado en la II Guerra Mundial, a su madre, su etapa escolar y la severidad de sus profesores (famosísima escena donde suena Another brick in the wall, inquietante). Constantes saltos en el tiempo, llenos de imágenes simbólicas, totalmente subjetivas, aquí la mente de cada uno elige cómo interpretar la historia y el punto de vista de Pink. 
En Run like hell, asistimos a un mitin de quien parece ser un líder político dictatorial (previamente, se ve la transformación de la estrella de rock en este, ¿otra metáfora?), y una ferviente multitud imitando cada uno de sus gestos, al milímetro. ¿Compara el poder de los políticos autoritarios con el de las grandes estrellas de rock de la época? Probablemente. Juzga tú mismo.

De este modo tan abreviado os presento una película imprescindible para cualquier melómano que se precie, o simplemente para todo aquel que disfrute con el cine que vaya más allá de lo convencional, a todo aquel que disfrute desafiando a su mente, y su capacidad para leer entre líneas. O simplemente por el placer de escuchar uno de los mejores álbumes de la historia de la música hecho película.

Os recomiendo mucho esta película, os invito a verla si tenéis la oportunidad, y si lo hacéis, agradecería un comentario para conocer vuestra sincera opinión.


Marta Violet.

martes, 27 de noviembre de 2012

Chbosky, o cómo vivir al margen.


Hoy quería hacer un inciso en cuanto a la temática del blog para hablar un poquito del libro que me estoy leyendo ahora, "Las ventajas de ser un marginado", un libro que acaba de traducirse, pese a haber sido publicado hace trece años. Quizá el titulo en inglés os sea más familiar, "The perks of being a wallflower", de Stephen Chbosky. Este best-seller adolescente pronto estrenará en España su adaptación al celuloide, de la mano del propio Chbosky como director y guionista del largo, y protagonizada por Logan Lerman, Emma Watson y Ezra Miller.
He de decir que llevo leída menos de la mitad del libro, pero ya desde que la empezara el sábado, he notado cierta adicción a ella. Bajo su apariencia de "típica novela adolescente", Charlie, el protagonista, nos cuenta, casi, su día a día en un mundo en el que no parece haber sitio para él, la rutina de un outsider. Esa etapa por la que todos hemos pasado, de integración, de experimentación con todo, el primer amor… Tan común en tantos otros libros, en éste adquiere un matiz diferente. Con forma de diario, Charlie cuenta sus experiencias más personales, atormentado desde el suicidio del que era su mejor amigo, pasa los días entre libros y reflexiones.

Leyendo esta novela, nos encontramos con personajes honestos, con vidas normales, relatadas con agradable sencillez, de fácil lectura. No es ninguna obra maestra, pero entretiene y, todos llegaremos a la conclusión de que somos un poco "Charlies".


Marta Violet.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Crónica: Crystal Castles (III)


Nada mejor para empezar la semana que escribir una pequeña reseña del nuevo disco de Crystal Castles, III, lanzado a la venta este mismo mes, siendo uno de los discos más esperados del año por los amantes de la música electrónica y del indie en general. Mis expectativas, bastante altas desde que hace dos años tuviera una incursión en su música y me quedara boquiabierta con su segundo disco, gran heredero de su enérgico debut, bajaron hasta congelarse como el aire de su frío Canadá del que son originarios. El disco me deja indiferente, sus melodías me son monótonas. A la tercera canción pienso "no pasa nada, son ellos, la siguiente seguro que me gusta". Así hasta llegar al final. Salvo un par de cortes del LP, Violent Youth y Sad Eyes, no he llegado a pillar el punto a las demás tras varias escuchas, algo que no me pasó en los anteriores CDs.
El inicio con Plague, flojo para mi gusto, no está del todo mal, pero al ver que con los siguientes temas el disco se va desinflando poco a poco, mi interés siguió el mismo ejemplo y pasé a escuchar el disco en un segundo plano, solo escuchando de fondo los berridos de la Glass con los sonidos estridentes y distorsionados de Ethan.
Las canciones me resultan incoherentes entre sí, en conjunto. El disco no me parece un todo, es un agregado de canciones, tal vez demasiado parecidas entre ellas. 
Quizá no sea tan diferente a los demás discos del grupo, puede ser que simplemente me esperaba otra cosa de ellos y han dado un pequeño giro a su estilo. Confío en que sigan haciendo música y compongan y mejoren con creces este último disco.



Mi nota personal y extraordinariamente subjetiva para (III): 2/10


Marta Violet.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Welcome

¡Buenas tardes!
Me gustaría dar la bienvenida a todos a este blog, el tercero que hago, y espero que el primero que me tome en serio. Quiero comentar que tengo que pensado que aúne temáticas tan distintas y a la vez tan unidas como el cine y la música, al ser dos temas que me apasionan.
El título ya de por sí es cinéfilo, pues la Nouvelle Vague francesa de los años sesenta es mi momento favorito en la historia del cine, y cómo no, la música formó parte de una forma esencial en éste.
No se me dan bien las introducciones, así que a partir de ahora dejo que leáis lo que pueda salir de mi cabeza respecto a estos temas. 

Espero que os guste.

Marta.